Nutrición y dieta para bebés con onfalocele
Comprensión del onfalocele y su impacto en el intestino
Para un recién nacido con un onfalocele, la salud de sus intestinos es un factor primordial para determinar su recuperación. Un onfalocele es un defecto congénito en el que los intestinos del infante, y a veces otros órganos, permanecen fuera del abdomen en un saco translúcido. La condición de este saco protector—si está intacto o ha roto—impacta directamente en la función intestinal y dictamina el camino nutricional a seguir.
Un saco intacto protege los intestinos del líquido amniótico durante el embarazo. Como resultado, el intestino suele estar sano, rosa y listo para funcionar poco después de la reparación quirúrgica. Estos bebés generalmente tienen una recuperación más fácil.
En contraste, un saco roto expone los intestinos al líquido amniótico, causando una inflamación significativa. Esto deja el intestino hinchado, rígido y cubierto con una gruesa piel inflamatoria. Esta lesión conduce a un mal movimiento intestinal (dismotilidad) y dificultad para absorber nutrientes (malabsorción), lo que hace que el viaje nutricional del infante sea mucho más complejo y similar al de un bebé con gastrosquisis.
Soporte nutricional inicial: nutrición parenteral (NP)
Cuando el intestino de un infante está inflamado o se está recuperando de una cirugía, no puede ser utilizado para alimentarse. Para asegurar que el bebé reciba las calorías y nutrientes necesarios para crecer y sanar, el método primario de apoyo es la nutrición parenteral (NP).
La NP es un alimento líquido especializado que se entrega directamente al torrente sanguíneo a través de una línea intravenosa central (IV), eludiendo completamente el sistema digestivo. Esto le da al intestino el descanso completo que necesita para sanar. La solución de NP se mezcla a medida para cada infante, conteniendo un equilibrio preciso de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
Sin embargo, la dependencia a largo plazo de la NP conlleva un riesgo significativo de enfermedad hepática asociada a falla intestinal (EFALD). Tradicionalmente, la grasa utilizada en la NP se derivaba del aceite de soya, que es alta en ácidos grasos omega-6 proinflamatorios que pueden dañar el hígado con el tiempo. La atención neonatal moderna prioriza las emulsiones lipídicas a base de aceite de pescado. Estas fórmulas son ricas en ácidos grasos omega-3 antiinflamatorios, que han demostrado proteger al hígado de lesiones, e incluso pueden ayudar a revertir daños existentes. Este avance hace que la NP prolongada sea más segura, ganando tiempo precioso para que el intestino del infante se recupere.
Transición a alimentaciones enterales: eligiendo la fórmula correcta
La transición de nutrición intravenosa a alimentaciones enterales (alimentación a través del tracto digestivo) es un hito importante. Este proceso comienza solo cuando el intestino muestra signos de recuperación, como pasar heces. El tipo de fórmula elegida se adapta cuidadosamente a la salud de los intestinos del infante.
Fórmulas para intestinos saludables
Para los infantes nacidos con un onfalocele intacto, su intestino suele ser saludable y funcionar normalmente después de la reparación. Estos bebés pueden comenzar y tolerar fórmulas infantiles estándar, permitiendo una progresión de alimentación sencilla similar a la de cualquier recién nacido.
Fórmulas para un intestino en recuperación
Cuando los intestinos están inflamados por un saco roto, requieren fórmulas que sean más fáciles de digerir. Estas fórmulas especializadas incluyen:
- Fórmulas elementales: Las proteínas en estas fórmulas están descompuestas en su forma más simple: aminoácidos individuales.
- Fórmulas de hidrolisado de proteínas: Estas contienen proteínas que se han descompuesto en piezas pequeñas y fácilmente absorbibles llamadas péptidos.
Ambos tipos de fórmula "pre-digerir" los nutrientes, lo que permite que el delicado y en recuperación intestino los absorba con un esfuerzo mínimo. Esto proporciona nutrición completa sin sobrecargar el intestino sensible.
Estrategias nutricionales para mala absorción severa
En casos raros que involucran daño o pérdida intestinal significativa, un infante puede desarrollar síndrome de intestino corto, una condición que interfiere severamente con la absorción de nutrientes. La dieta para estos infantes es altamente especializada y se centra en el tipo de grasas proporcionadas.
- Triglicéridos de cadena media (TCM): Estas grasas se absorben directamente en el torrente sanguíneo y no requieren digestión compleja. El aceite de TCM es una fuente eficiente de calorías que le da un descanso al intestino.
- Triglicéridos de cadena larga (TCL): Aunque son más difíciles de digerir, los TCL son esenciales para la recuperación a largo plazo. Estimulan la liberación de hormonas que promueven la adaptación intestinal, ayudando a que el intestino restante crezca y mejore su capacidad para absorber nutrientes con el tiempo. Un equilibrio cuidadoso entre TCM y TCL es crucial.
Manejo de complicaciones nutricionales y digestivas comunes
El camino hacia una alimentación enteral completa puede verse complicado por problemas digestivos que requieren ajustes nutricionales específicos.
Función intestinal retrasada
Si los intestinos de un infante no logran "despertar" y funcionar después de cuatro a seis semanas, se necesita una investigación adicional. Un estudio de intestino con contraste, que utiliza un tinte especial visible en una radiografía, puede ayudar a determinar si el retraso se debe a un mal movimiento o a un bloqueo físico como un estrechamiento (estenosis) o atresia (un hueco en el intestino). Un bloqueo requeriría cirugía adicional, mientras que la mala motilidad puede requerir más tiempo y un apoyo continuo de NP.
Reflujo gastroesofágico (RGE)
El reflujo es muy común después de la reparación del onfalocele debido a la presión aumentada dentro del abdomen recién cerrado. Esta presión puede hacer que el contenido del estómago regrese al esófago. El tratamiento principal es la gestión dietética:
- Alimentaciones espesas: Incrementar el grosor de la fórmula ayuda a que permanezca en el estómago. Esto puede hacerse añadiendo un espesante comercial a una fórmula estándar o utilizando una fórmula anti-reflujo (AR) especial y preespesada.
Síndrome de compartimento abdominal
Esta es una complicación rara pero potencialmente mortal en la que la presión dentro del abdomen aumenta a niveles peligrosos después de la cirugía. Esta presión puede comprimir los vasos sanguíneos, cortando el flujo sanguíneo hacia los intestinos y otros órganos, lo que podría llevar a la muerte del tejido (enterocolitis necrotizante). Cualquier signo de este síndrome requiere detener inmediatamente todas las alimentaciones enterales para reducir el estrés en el intestino. El infante es apoyado completamente con NP hasta que se alivie la presión, lo cual a menudo requiere intervención quirúrgica.